Las semillas, esas gran desconocidas

Frecuentemente realizamos recetas deliciosas en casa, probando con verduras, vegetales, granos, condimentos, texturas, sabores e incluso colores… Inventamos, descubrimos, y probamos frecuentemente diversos platillos para deleitarnos en el deguste. Sin embargo… ¿En cuántas de esas recetas utilizamos semillas? ¡Lo sabíamos!

Hemos excluido tantas veces a estas maravillosas creaciones naturales de nuestras preparaciones, que no podemos permitir que siga ocurriendo. Cabe destacar que estamos al tanto que en la mayoría de los casos esto ha sido posible por desinformación: Crecemos observando cómo se realiza un pastel, pero nadie nos enseña que las semillas de chia son necesarias. Por ello, un efecto común será que de adultos no las incluyamos dentro del menú.

¡Eso se acabó! Ya no tendrá excusas para no implementar las semillas dentro de su dieta, gozando de su sabor, sus propiedades y beneficios… ¡Son estupendas!

El consumir semillas resulta un tema de salud

A pesar de que nos alimentemos bajo el concepto de que la comida es deliciosa, no debemos olvidar que esta es la forma en la que nuestro cuerpo adquiere los nutrientes que necesita para subsistir. No solo se trata de que sepa divino, sino que haga bien en nuestro interior.

A modo de garantizar lo anterior, los nutricionistas siempre nos recomiendan comer balanceado… ¿Cómo es eso? Pues, lo óptimo será combinar proporcionadamente carbohidratos, vegetales, y proteínas fundamentales. Sin embargo, existen otros alimentos complementarios que le colocan la cereza del pastel a nuestra alimentación: Estás son, en definitiva, las semillas.

La mayoría de ellas contiene Omega 3 y Omega 6, así como vitaminas B, e inclusive E. Gracias a esto aportan energía, nos permiten procesar mejor los alimentos, cumplen con una función desinflamatoria, proporcionan minerales, controlan el colesterol, en fin… Simplemente con la introducción anterior ya podemos hacernos la idea de lo positivo que resulta hacerlas parte de nuestros bocados.

Bondades de la semilla según el tipo

Si bien todas son beneficiosas, dependiendo del tipo nos aportarán ventajas distintas:

Semillas de chia

Esta es una de las semillas más populares, sin embargo, se encuentra encasillada con una etiqueta que dice en letras mayúsculas «DIETA», cosa que es errónea. A pesar de que resulta magnífica en tipos de alimentación saludable, no debe resumirse a ello: Podemos tener una alimentación más despreocupada y consumir chia.

La fama que posee no es casualidad, y es que es una de las semillas que engloba mayor cantidad de ácidos grasos tales como el potasio, magnesio, vitamina B, calcio y fósforo ¿Qué tal?

Para activar todos sus beneficios deberemos remojarlas en agua por pocos minutos.

Semillas de girasol

A pesar de que poseen menos nutrientes que la chia, estos se encuentran mayor concentrados, lo que genera resultados más rápidos: Encontramos en ellas una gran presencia de la vitamina E, ácido fólico, y compuestos que contrarrestan el colesterol. ¡No solo los pájaros necesitan de ellas, nosotros también!

Semillas de sésamo

Algo que destaca a estas por encima de las demás, es que no solo aporta vitaminas y nutrientes, sino que son grandes portadoras de proteínas… ¡Qué maravilla! Los minerales que aporta son muy parecidos a los de la semilla de chia, destacándose el hierro y el magnesio.

En definitiva, la utilización de estas y otras semillas tales como el lino y la amapola, innovaran en nuestras recetas, al mismo tiempo que nos alimentamos correctamente. ¡No dude en probarlas!

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