El aporte que hacen las apariencias a la presentación del buen vino

Todos sabemos interiormente que las cosas siempre entran por los sentidos, especialmente por la vista, por el olfato, por el gusto y por el tacto. Si hacemos referencia puntualmente a los vinos, lo que nos cautiva de ellos tiene que ver principalmente con su aroma, pero también on factores como el color, la textura y el sabor que nos dejan en el paladar. Tomando esto como una referencia, en esta oportunidad hablaremos de aquello que nos impulsa a elegir determinados envases por sobre los demás.

En este sentido, es una realidad comprobada que tanto la forma de la botella como la etiqueta son dos elementos fundamentales a la hora de pensar su presentación, recordando que cada vino tiene un packaging particular que de alguna u otra forma nos acerca a su textura y a las sensaciones que este producirá en nuestros paladares. Partiendo de esta base, es evidente que la apariencia del mismo es fundamental, sobre todo en  determinados casos en los que las botellas se convierten en referencia de un estilo determinado y deslumbra a los consumidores más exquisitos.

Ejemplos para conocer

Analizando particularmente algunas de las presentaciones más llamativas del mercado, podemos mencionar el vino que se entrega en una lata de pintura. El mismo está realizado McCann Vilnius y recibe el nombre de Couleur Nouveau, saliendo al mercado en un envase que hace replica a una lata de pintura.

Sin dudas estamos ante un envase muy original y llamativo que no es para cualquiera, y que destaca por su color púrpura intenso. Otro vino interesante es el“Ocasión”, diseñado por Eric García y que cuenta con una etiqueta que es un verdadero trabajo artesanal. Las mismas están bordadas a mano, convirtiéndolos en una pieza única de colección y que están pensadas como su nombre lo indica para ocasiones muy especiales.

También es para mencionar el caso del vino K, fabricado en las bodegas Korta de Chile y presentado con una etiqueta que produce un efecto de transparencia que nos permite ver claramente su interior. El color del mismo es el de un celeste tirando a pastel que contrasta perfectamente con el tinte del vino generando una armonía extraordinaria. Estos son solo algunos ejemplos, llamativos a partir de las estrategias de marketing que son utilizados, más allá de que en todas las etiquetas encontramos detalles únicos que nos invitan a degustarlos.

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